Cultura

Historia del lugar

Desde épocas muy remotas, esta playa fue visitada por los zapotecos, habitantes de las altas planicies de los Valles de Oaxaca, quienes la hicieron, desde entonces, paraje de atractivo ritual e inclusive turístico.

Posteriormente, en los años sesenta, fue redescubierta por jóvenes de distintas nacionalidades, que en esa época eran conocidos como hippies y que encontraron en estas playas un gran encanto para vivir en conjunto con los pocos pobladores originales que existían en la región, dando así origen a un pueblo y a un desarrollo turístico con características muy peculiares, habitantes de otros paises como Alemania, Francia, Italia han hecho de Zipolite su hogar.

Actualmente

Un alto interés de contacto con la naturaleza, una gran valoración por la vida rústica y sencilla, apartada de las comodidades artificiales y desarrollistas del mundo moderno y una tendencia por costumbres liberales, abatiendo diferencias de razas, credos, nacionalidades e inclusive idiomas, han provocado que sea actualmente visitada todo el año por cientos de jóvenes de muy diversas nacionalidades, amantes de la naturaleza, la libertad y la paz.

El pueblo de Zipolite conjunta más de un centenar de casas que, atendidas por las familias del lugar, con costos muy económicos, ofrecen opciones diversas de hospedaje, restaurantes, bares, discotecas, tiendas y muchos otros atractivos para los visitantes, en lo que puede ser considerado "una aventura muy especial".

ZIPOLITE con el paso del tiempo y sobre todo a partir del Huracán Paulina en 1997, a sufrido un desarrollo vertiginoso, por lo que sin perder sus características iniciales de rusticidad, sencillez, contacto con la naturaleza, libertad y amplio criterio, si es importante de señalar que se ha venido modernizando, por lo que se ha multiplicado la población, se han instalado casas y lugares de hospedaje mas modernos, ahora ya contamos con Luz, Telefonía, Internet, señal de Celulares, zonas o fraccionamientos de casas particulares de habitación, centros culturales y educativos (Yoga, Idiomas, artesanías etc.), que a los que conocieron el Zipolite de hace dos o tres décadas, les puede dejar una sensación de perdida, pero como mencionábamos anteriormente, este desarrollo se esta dando sin abandonar  sus características iniciales y siendo un destino turístico que ofrece una experiencia que muchos turistas (y de todas las edades) mexicanos y extranjeros no pueden perderse.